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 La antocianina, una enzima vegetal que le da el color a los arándanos podría ser el componente clave de las propiedades antioxidantes y anti-inflamatorias de esta fruta. Se ha demostrado su importancia en la conservación de la vista y en la prevención de enfermedades oculares (ceguera nocturna, glaucoma, desprendimiento de retina, astigmatismo, cataratas). Útil en la prevención de enfermedades mentales como el Alzhaimer, perdida de memoria, falta de concentración y demencia. Los arándanos son frutos de bajo valor calórico debido a su escaso aporte de hidratos de carbono, se recomiendan en las dietas para bajar de peso. Por su contenido en antioxidantes y fibra resulta ideal para prevenir el cáncer de colon, hígado y piel. Son especialmente ricos en vitamina C; los negros y los rojos tienen cantidades mayores que algunos cítricos. Los rojos contienen más sustancias acidificantes de la orina, por lo que resultan recomendables para combatir infecciones urinarias y digestivas. Las bayas silvestres son buena fuente de fibra lo que ayuda a mejorar el tránsito intestinal. También son ricas en potasio, hierro y calcio, estos últimos menos aprovechados que los procedentes de alimentos de origen animal. El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula. Los arándanos contienen además taninos de acción astringente y de diversos ácidos orgánicos. Los pigmentos naturales (antocianos y carotenoides) de acción antioxidante junto con los ácidos orgánicos tales como el ácido oxálico o el ácido málico son los responsables también de su sabor. Su contenido en vitamina C junto con los antocianos y carotenoides intervienen en la formación de colágeno, huesos y dientes; glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. El gran poder anti-oxidante de los arándanos se asocia con un aumento de colesterol bueno, lo que disminuye las posibilidades de sufrir afecciones cardíacas. Los flavonoides pueden reducir el riesgo de aterosclerosis, que es la causa principal de enfermedades cardiovasculares. Los flavonoides y componente polifenólicos han demostrado inhibir este fenómeno. Un componente único del jugo de arándanos tiene la habilidad de revertir e inhibir la coagregación de ciertas bacterias orales, responsables de la placa dental y la enfermedad periodontal. Las hojas contienen taninos catéquicos con acción astringente y antidiarreica. |
