Afecta principalmente los pulmones, el páncreas, el hígado, los intestinos, los senos paranasales y los órganos sexuales.
La aparición de fibrosis quística en un niño implica un desajuste emocional en la familia y todos los miembros de la misma, ya que tienen que adaptarse a la nueva situación.
Quienes portan el gen defectuoso de la fibrosis quística no manifiestan síntomas, a menos que se hereden dos de esos genes defectuosos, uno de cada padre.
En el examen de sangre prenatal o neonatal se buscan variaciones de un gen que se distingue por causar la enfermedad.
La supervivencia y la mejora en la calidad de vida de un paciente con fibrosis quística, esta directamente relacionado con un diagnóstico temprano y con su respectivo tratamiento integral.
Para controlar y disminuir los problemas intestinales, digestivos y nutricionales que presenta el paciente con FQ, se requiere de una dieta especial rica en proteínas y calorías.
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