La supervivencia y la mejora en la calidad de vida de un paciente con fibrosis quística esta directamente relacionado con: - Un diagnóstico temprano y con sus respectivo tratamiento integral. - El control y vigilancia también son muy importantes, por ello los pacientes deben recibir cuidados en clínicas con especialidad en fibrosis quística. - El tratamiento para esta enfermedad consiste en antibióticos por vía oral, intravenosos o inhalados para prevenir y tratar infecciones sinusales y pulmonares. Las dosis por lo regular son más altas de lo normal. - Los ejercicios de fisioterapia respiratoria son precedidos de la inhalación de distintos medicamentos para la fluidificación de la mucosidad y abrir las vías respiratorias. - También se recetan medicamentos para diluir el moco y facilitar la expectoración. - La aplicación anual de la vacuna antigripal y vacuna antineumocócica polisacárida. - El tratamiento de la diabetes es con insulina y para la enfermedad pancreática con reemplazo enzimático. - Complementos vitamínicos y calóricos, además de una dieta adecuada. - Tomar bebidas isotónicas para prevenir deshidrataciones. - En algunos casos es necesario un trasplante de pulmón y recurrir a la oxigenoterapia a medida que la enfermedad pulmonar empeore. - Y la terapia génica, para resolver algunos de los efectos asociados a esta enfermedad. Otras recomendaciones son: Las vías respiratorias de algunos enfermos con fibrosis quística, generalmente adolescentes y adultos, están colonizados por bacterias resistentes a la mayoría de los antibióticos disponibles; circunstancia que no siempre es conocida. Existe el riesgo para el resto de enfermos de fibrosis quística de ser colonizados a su vez, al inhalar secreciones cargadas de estas bacterias multirresistentes. - Para disminuir este riesgo, es conveniente evitar el contacto estrecho o prolongado entre enfermos. - Evitar el humo, el polvo, la suciedad, los vapores, los químicos de uso doméstico, el humo de la chimenea y el moho o los hongos. - De una a cuatro veces al día, conjuntamente pacientes, familiares y cuidadores deben sacar el moco o las secreciones de las vías respiratorias. Esto debe realizarse por medio de la percusión torácica y el drenaje postural con el fin de mantener las vías respiratorias despejadas. - En general los pacientes deben tomar bastantes líquidos, más aún si son bebés y niños en clima cálido, cuando hay diarrea o heces sueltas. En los pacientes mayores durante la actividad física extra. - Se recomienda en pacientes jóvenes y adultos, realizar ejercicios dos o tres veces por semana, como nadar, trotar, montar en bicicleta. - Llevar un dieta rigurosa y adecuada para este tipo de enfermedad. Fuentes: Autor:Eréndira Luna. T.C. |
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