La única Central Nucleoeléctrica de nuestro país (Laguna Verde) , se encuentra ubicada sobre la costa del Golfo de México en el Km. 42.5 de la carretera federal Cardel-Nautla, en el Estado de Veracruz. La Central Laguna Verde cuenta con 2 unidades generadoras de 682.5 Mw eléctricos cada una.
Una central nucleoeléctrica es una instalación industrial donde se logra transformar mediante varios procesos la energía contenida en los núcleos de los átomos, en energía eléctrica utilizable. Es similar a una central termoeléctrica convencional, la diferencia estriba en la forma de obtener el calor para la producción de vapor. Mientras que en una termoeléctrica el calor se obtiene quemando combustibles fósiles o extrayendo vapor natural del subsuelo, en una nucleoeléctrica el calor se obtiene a partir de la fisión nuclear en un reactor. El combustible nuclear más utilizado es el uranio.
Las centrales nucleares permiten reducir la utilización de combustible fósil insustituible, además de ser una alternativa para generar energía eléctrica limpia, ya que no se produce emanación al medio ambiente de gases de combustión causantes de la lluvia ácida (las emisiones de dióxido de carbono son el principal causante del efecto invernadero).
Según la CFE, en cuanto a la seguridad en la operación de la Central, se ha demostrado en más de 400 unidades nucleoeléctricas que actualmente operan en el mundo, que el riesgo es inferior al de cualquier planta industrial que utilice calor para trabajar, ya que desde el diseño, construcción y durante la operación de una nucleoeléctrica, lo más importante es garantizar altamente la seguridad del personal, así como la seguridad física de las instalaciones. La Central Nucleoeléctrica Laguna Verde cumple con las más estrictas normas internacionales de seguridad y su operación es certificada y supervisada directamente por los organismos reguladores nacionales e internacionales, para la aplicación de la energía nuclear.
Hay una enorme oposición al uso de este tipo de energía a nivel mundial. Estudios cientificos indican que en caso de accidenete, un nucleo radiactivo posiblemente se hundiría unos 15 metros como máximo, hasta alcanzar una veta de agua, en cuyo caso el enorme vapor radiactivo saldría a la superficie para contaminar enormes regiones alrededor de la central nuclear.
La única ocurrencia documentada de este tipo de problema es el conocido accidente nuclear de Chernobyl, Ucrania, el 26 de abril de 1986. Una década y media mas tarde la evaluación de víctimas totales por contaminación directa o por consecuencias indirectas de la catástrofe ascendía a 20.000 personas muertas o con pronóstico fatal debido a las afecciones contraidas debido a la radiación y cerca de 300.000 aquejadas por distintos tipos de cáncer.