La demanda de más alimentos, la apertura de más tierras al cultivo, los residuos químicos del fuerte desarrollo industrial, el uso de fertilizantes derivados del petróleo como abonos al suelo para producir hortalizas, frutales y pasturas para animales; el uso de aditivos conservadores de alimentos envasados, todas estas situaciones de la vida moderna han intoxicado nuestro cuerpo. Los alimentos orgánicos por definición son productos (animal o vegetal) que llegan al mercado de consumidores a través de una serie de procedimientos que garantizan un origen natural y en sintonía con el cuidado del medio ambiente. El concepto de alimentos orgánicos es el resultado de la aplicación de métodos no contaminantes en su producción, sin aditivos químicos ni sustancias de origen sintético. Son el complemento ideal de una vida sana. Las frutas y verduras se cultivan sin utilizar pesticidas, herbicidas, fertilizantes o conservadores artificiales. Los productos de origen animal, provienen de animales a los que no se les suministra ningún tipo de antibiótico, hormonas de crecimiento, ni se les alimenta con granos genéticamente alterados. Tampoco pueden pastar en campos tratados con herbicidas u otros químicos. Se alimentan de productos orgánicos. Los puedes llamar ecológicos, orgánicos o biológicos. Esta industria que comenzó como un movimiento para comer más saludable y con menos procesos químicos, ha retomado tal fuerza que roza la ética ciudadana que apuesta por pagar más pero sabiendo que lo que come no sólo no está dañando el medio ambiente, tampoco los derechos de los animales. Los alimentos orgánicos son un regreso a las raíces, una dieta basada en la alimentación natural, pero con un nivel de control y conocimientos aplicados propios del siglo XXI. El desarrollo y la gran aceptación de los alimentos orgánicos en los consumidores, generaron un amplio sistema de comercialización en donde cada alimento orgánico o ecológico se identifica con un sistema de etiquetado en el cual se certifica que está controlado por organismos afines. Fuentes: |