Las habas pertenecen a la familia de las leguminosas y a la subfamilia de las fabáceas. También conocida como habichuela el haba es originaria de la cuenca mediterránea o del Asia central; hoy se cultiva en todo el mundo. En antaño fue consumida en el Antiguo Egipto, Grecia y Roma. Los romanos en especial, lo comían para potenciar su virilidad. Están divididas en 3 variedades:
Componentes de las habas - Contienen 77.1% de agua. - Son muy ricas en calorías y proteínas. - Contienen vitaminas: C, A, E, B1 y B2, en concreto de tiamina, niacina y folatos. - Contienen minerales como Potasio, Fósforo, Sodio, Calcio, Hierro, Magnesio y Zinc. - Esta compuesta además por antioxidantes, lecitina, colina, Hidratos de Carbono, Fibra y Beta carotenos. - El valor nutritivo de las habas es distinto si son frescas o secas. Las habas secas tienen mayor cantidad de hidratos de carbono y proteínas, por lo que su valor energético es elevado. Propiedades de las habas
Su consumo Crudas o cocidas se consumen de enero a junio. Al comprarlas fíjate que la vaina esté tiesa, de color verde brillante y que al doblarla se rompa y cruja. Antes de comerlas ponlas a remojar desde un día antes, así estarán más tiernas y serán más fáciles de digerir. Sí se consumen junto con alimentos ricos en vitamina C como pimiento verde, tomate o cítricos como postre, se favorece su asimilación. Las habas secas no presentan en general problemas de almacenamiento. Es suficiente conservarlas en un recipiente cerrado y en lugar fresco y seco. Con ellas se pueden elaborar platos diversos como sopas, purés y ensaladas. El consumo excesivo de ciertas variedades de habas provoca la afección llamada fabismo o favismo, cuyos síntomas característicos son cefalea, vómitos, fiebre, ictericia, eosinofilia y con frecuencia, diarrea, hemoglobinuria y vómitos biliares, lo que provoca altas fiebres y conduce a la anemia. Algunas personas son alérgicas a las vainas. Suelen producir muchos gases. |