Existen varias características para determinar si un camarón crudo (el que viene de color grisáceo) está en buen estado: 1.- Su color debe de ser gris azulado, si lo encuentras de color verde o café no lo compres, este ya está en descomposición. 2.- Debe sentirse firme al tacto. Independientemente de si sigue con cáscara o no, el cuerpo debe de estar firme, si lo encuentras aguado o se aplasta fácilmente ya está en mal estado. 3.- Si lo compras con cabeza, asegúrate de que los ojos estén firmes, secos y tengan un color negro oscuro. 4.- Es importante que no tenga líquido escurriendo pues, si está sobre éste se echará a perder más rápido lo correcto, es que esté sobre hielo bien congelado. 5.- No debe desprender un olor fuerte. Sin duda, para muchos, el olor a marisco es muy desagradable, pero, existe una gran diferencia entre un olor a marisco fresco y uno descompuesto. Si tiene un olor demasiado intenso posiblemente no esté en óptimas condiciones. 6.- En caso de que compres camarón precocido (el que ya viene de color naranja) debes de seguir lo puntos anteriores y, además, fijarte que el color naranja esté brillante y no presente descoloración. Recuerda siempre almacenar los camarones en el refrigerador o congelador y de preferencia, en un refractario hermético. Ahora si vamos a la receta: Ingredientes
Modo de preparación - Poner a calentar un poco de agua en una olla y una vez hirviendo, agrégale los camarones, muévelos un poco y espera a que se cocinen. Apaga y dejar enfriar. - En un recipiente hondo coloca toda la verdura picada y los camarones junto con el caldito para que le dé más sabor, revuelve bien hasta que se integren todos los ingredientes. - Agrégale un poco de clámato, nuevamente revuelve bien. Listo, a comer con tostadas, chips o galletas. Fuente: |