"Desde tan joven he tenido que acostumbrarme a convivir con numerosos e incómodos tics, también duros efectos secundarios
debidos a las incontables medicaciones. Por todas estas afecciones he debido de luchar con la sociedad y con todas las limitaciones y barreras que se me han
presentado en la vida..." Como ya se mencionó, los principales síntomas de este síndrome son los tics involuntarios. Éstos se presentan, la mayoría de las veces, a partir de los 7 y 10 años de edad; y su intensidad es muy variable. Asimismo, los hombres tienen mayor posibilidad que las mujeres de padecerlo y desarrollar síntomas. Los tics, generalmente ocurren en el área de la cabeza y el cuello y con el tiempo, se presentan múltiples movimientos motores que son muy diversos, ya sean en su expresión o en la duración. Pueden clasificarse de la siguiente manera: Tics simples: Son descritos como movimientos breves y espontáneos, que implican un número limitado de grupos musculares y se repiten con frecuencia. Ejemplo de éstos son los parpadeos, mover la cabeza, encogerse de hombros, e inhalar aire de manera sonora por la nariz. Tics complejos: Se trata de movimientos que son coordinados y sucesivos. Éstos implican más grupos musculares, como saltos, pataleos, tocar y olfatear personas y objetos. Otros tics que se presentan son muecas faciales, sonidos guturales, carraspeos, contracciones del vientre o del tórax, sacudidas, encogimiento de hombros, entre otros. Además de sensaciones desagradables en diversas zonas del cuerpo, como picor, cosquilleo o presión. Con respecto a los tics verbales, los pacientes sufren de ecolalia, que es la repetición de lo que escuchan; y coprolalia: uso involuntario de palabras obscenas. Los tics usualmente empeoran durante momentos estresantes o de gran emoción; y mejoran cuando la persona está tranquila o concentrada en una actividad. Igualmente, la enfermedad tiende a mejorar tras pasar la adolescencia, que se considera como la peor época, pues se combina con los trastornos de conducta propios de la edad; y la frecuencia de los tics graves se reducen al llegar a la edad adulta. Los pacientes con Síndrome de Tourette tienen una inteligencia normal, sin embargo, pueden presentar dificultades de aprendizaje, o bien, desarrollar otro tipo de trastornos, como trastorno obsesivo-compulsivo (a causa de un exceso de dopamina) o déficit de atención e hiperactividad. También pueden desarrollar alteraciones de la conducta, como el aislamiento social; de patrones del sueño; depresión y ansiedad. Por último, los enfermos con este síndrome tienen un importante desgaste físico a causa de los movimientos bruscos y descontrolados durante toda su vida, y cabe aclarar que no se trata de una enfermedad mortal, ni degenerativa, ni contagiosa. De acuerdo al comportamiento que la cantante británica y ya fallecida Amy Winehouse presentaba de niña, como los tics verbales, la dificultad para relacionarse con los demás y hasta cierto punto su obsesión con la perfección, hacen suponer que sufría de este síndrome. Autor:Alee Núñez |
Causa del Síndrome de Tourette | Diagnóstico y tratamiento del Síndrome de Tourette