Creemos que para comer sano tenemos que invertir una alta cantidad de dinero, pero de acuerdo con lo que han investigado nutriólogos expertos de Harvard, crear comidas nutritivas puede ser más económico, ya que que, ahorrar en la compra de alimentos no sólo implica encontrar artículos en oferta o comprar productos baratos, sino también evitar las compras impulsivas causadas por la tentadora publicidad de alimentos, comprar con el estómago vacío y en no desperdiciar alimentos. A continuación te damos los siguientes tips que los especialistas en alimentación dicen son básicos para comer sanamente sin que nuestros bolsillos sufran. 1. Planifica algunas comidas
Según los expertos planear que se preparará de comer en los días siguientes puede ayudar a crear una lista de compras basada en ingredientes específicos y no sólo en artículos sin propósito. 2. Considerar comidas sin carne No te asustes al pensar que no comer carne tendrás una alimentación deficiente, dale una oportunidad a las proteínas de origen vegetal las cuales son muy nutritivas y, por lo general, más baratas que las carnes y el pescado. En caso de no desear comer sólo frutas y verduras, Harvard recomienda incorporar cantidades más pequeñas de carne como base para el sabor o como condimento, mientras se enfoca en proteínas vegetales como frijoles, habas o lentejas. De esta forma es posible ahorrar costos, aumentar el volumen de la comida, así como la nutrición y el sabor. 3. Consumir refrigerios que llenen Opta por refrigerios sanos que causen saciedad más rápido. Por ejemplo, optar por unos puñados de nueces y manzanas, que una bolsa de papas fritas. Y es que, si bien las nueces y las manzanas son más caras que unas papas fritas, además de satisfacer más rápido el hambre son más sanas. De hecho, un estudio encontró que los alimentos que no sacian dejan a las personas con ganas de comer con más frecuencia, lo que puede traducirse en gastas más dinero en alimentos. 4. No realizar las compras con el estómago vacío
Este es un punto muy importante, así que cuando vayas a surtir la lista de alimentos que consumirás en la semana, Come antes una pieza de fruta o algunos frutos secos antes de entrar en la tienda, esto ayudará a no comprar impulsivamente productos de bajo valor nutrimental o que no son necesarios. 5. Más cantidades y congelar los alimentos En caso de preferir algunos alimentos o encontrar productos en oferta, una opción es comprar cantidades adicionales y congelarlos para usarlos más adelante. Este tip puede aplicarse en carnes frescas, el pescado y algunos productos como plátanos, bayas, brócoli, coliflor, maíz, etcétera. También algunas hierbas pueden secarse o en su caso congelarse para extender su vida útil. 6. Comprar alimentos básicos no perecederos Aunque puede costar más comprar un paquete de productos de "tamaño familiar" como granos integrales, lentejas y frijoles secos, al final el costo por unidad suele ser más barato. 7. Preferir productos genéricos o de marca propia
Tenemos la idea de que comprar productos genéricos son de menor calidad, lo que no es cierto, ya que existen productos genéricos o de marcas propias de los establecimientos que contienen los mismos ingredientes y beneficios que las marcas reconocidas, pero con la ventaja de un costo más bajo. Esto se debe a que la marca genérica gasta menos dinero en publicidad y en crear etiquetas de alimentos elegantes. 8. Limitar la compra de productos altamente perecederos Otra forma de comer bien y sin gastar demás es no comprando más artículos altamente perecederos de los que se pueden usar en una semana, ya que de lo contrario se corre el riesgo de que los alimentos se echen a perder y se desperdicien. 9. Hacer uso de lo que se tiene en casa Antes de comprar más alimentos, Harvard sugiere hacer un inventario de toda la comida en la cocina dos veces al mes, para aprovechar los productos que ya se tienen y planificar las comidas en función de ellos. 10. Comer con atención plena
Comer despacio y con plena atención durante las comidas puede aumentar el disfrute de los alimentos, además de que se puede estar satisfecho con porciones más pequeñas. De lo contrario, si se come cuando se está distraído puede provocar que se vuelva a sentir hambre más pronto lo que va a llevar a una mayor ingesta de alimentos más adelante y por tanto más gasto en ellos. Fuentes:
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