Este padecimiento se caracteriza por la acumulación de fibrosis ("cicatrices") en el tejido hepático y disminución del tejido hepático funcionante.
Los síntomas se van presentando gradualmente y también es posible que no aparezcan; por ello es muy importante que ya conscientes de sus causas acudamos con frecuencia al médico, así podremos recibir atención a tiempo.
La cirrosis es tratada con un gastroenterólogo o un especialista en el hígado (hepatólogo).
LLevar una vida sana compuesta de una dieta balanceada, ejercicio constante, evitando el consumo excesivo de alcohol, no consumiendo drogas serán medidas importantes para prevenir la cirrosis.
Estudio realizado por investigadores españoles reportó una clara asociación entre comer chocolate amargo y (menor) hipertensión portal, lo que significa mejorías en pacientes con cirrosis.
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