Desde ya hace algún tiempo literalmente el té de kombucha anda en boca de todos. Esta bebida milenaria que los antiguos chinos bautizaron como el "elixir de la
inmortalidad", promete múltiples beneficios para el organismo, entre ellos prevenir el cáncer y la artritis. ¡Anímate a probarla!, no sin antes leer todo acerca de
ella. ¿Kombucha? ¿Eso con qué se come? O, mejor dicho, ¿cómo se bebe? Pues bien, la kombucha es una bebida ligeramente ácida, a base de té fermentado lograda mediante la acción del té negro o
verde, endulzado de bacterias y hongos parecidos a la levadura. Fue creada hace 2 mil años en China para los rituales de algunas etnias de la zona, gracias a sus propiedades curativas. Más tarde, se extendió a Japón, como
bebida energética de los soldados nipones; y posteriormente se trasladó a Rusia y Europa. Al llegar a Europa y tras su creciente expansión, se iniciaron diversas investigaciones con el fin de develar el misterioso secreto en torno a tan aclamada bebida,
analizando sus componentes y sus efectos en la salud humana. Finalmente, a principios del 2000, la kombucha llegó a América y su tasa de consumo se incrementó de manera notable, especialmente en Estados Unidos.
Actualmente, es la bebida de moda pues es consumida y recomendada en todas partes de mundo, con fines medicinales. ¿Cuáles son sus propiedades? y ¿Qué beneficios me ofrece? Al ser una combinación de hongos y bacterias, la kombucha aporta gran cantidad de nutrientes. Por ejemplo, vitaminas B, C, D, E Y K; minerales como hierro,
potasio, zinc, manganeso, cobre, calcio y magnesio; aminoácidos, enzimas y ácidos grasos esenciales. Por todo ello, cuenta con propiedades desintoxicantes,
energizantes y antioxidantes. ¿Quieres más beneficios? Aquí los tienes: - Es fuente de agua por lo cual contribuye a la hidratación de nuestro organismo.
- Es una bebida détox, es decir, actúa como un estimulador que ayuda al cuerpo a expulsar las toxinas no deseadas y limpia el organismo. Resulta muy
útil para descontaminar los riñones y el hígado.
- Rica en probióticos. Durante la fermentación de la
kombucha, se producen gran cantidad de bacterias probióticas, mismas que contribuyen a una flora intestinal sana y una buena digestión. Además, protegen el
intestino de infecciones, disminuyen la inflamación, el estreñimiento y ayudan a perder peso.
- Elimina la acidez estomacal y reduce los síntomas de la gastritis o úlceras.
- Estimula el sistema nervioso central y potencia la memoria, gracias a su contenido en cafeína.
- Fortalece el sistema inmune. Debido al crecimiento de bacterias benéficas en el organismo, la kombucha prepara al cuerpo para luchar contra virus y
bacterias causantes de diversas enfermedades e infecciones causadas por hongos.
- Reduce el dolor por artritis. Por su contenido en glucosaminas, la kombucha ayuda en la conservación del cartílago y la densidad ósea, cuidando las
articulaciones y reduciendo el riesgo de padecer esta enfermedad degenerativa. Por otro lado, posee enzimas que actúan como antiinflamatorio sobre el dolor de
las articulaciones.
- Es energizante Al contener altos niveles de hierro, la kombucha eleva los niveles de hemoglobina y de oxígeno en la sangre, lo cual eleva los niveles
de energía.
- Beneficia la salud cardiovascular. Algunos estudios aplicados en ratas, demostraron que la kombucha aumenta los niveles de lipoproteínas de alta
intensidad (colesterol HDL), que, a su vez, elimina el colesterol extra de la sangre, por los que disminuye el riesgo de padecer un ataque cardiaco.
- Es apto para diabéticos El té de kombucha, según investigaciones, ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre y a controlar los niveles de
glucosa. Asimismo, ayuda al cuerpo a moderar los niveles de insulina, equilibra el metabolismo y reduce el riesgo de padecer obesidad.
- Protege y controla el cáncer. Principalmente el de próstata y de
mama. Su contenido en antioxidantes previene el crecimiento y la propagación de
células cancerosas.
Aspectos a tomar en cuenta - La kombucha suele tomarse fría, como una infusión refrescante.
- Al tratarse de un alimento fermentado, debe consumirse en cantidades moderadas. Lo recomendado es tomar un vaso al día como máximo (entre 100 y 300
ml).
- En exceso, la kombucha puede causar malestares como diarrea y flatulencias. Además, algunas personas presentaron reacciones alérgicas a esta bebida
como náuseas, dolor de cabeza, ictericia y vómitos.
- Para que la kombucha mantenga sus propiedades, debe tomarse sin pasteurizar, pues de lo contrario se eliminan las bacterias y enzimas que la caracterizan.
Autor:Alejandra Núñez. L.C.C. Fuentes: Vitónica Healthline Natural Food Series
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