En este entrega te vamos a hablar de lo que se considera un trastorno que en sí, muchas de las veces no implica un problema para quien lo padece; es cuando las personas que están alrededor, sean familiares, pareja, amigos, compañeros de trabajo, etc. Se ven afectadas por su existencia, quizás es ahí cuando puede ser un problema. Su nombre es alexitimia, es un vocablo de origen griego que significa etimológicamente ausencia de palabras para expresar las emociones o los sentimientos. (a- significa no, lexis es palabra o acción de hablar y thymos se refiere a emoción). Este término fue introducido en la bibliografía médica en 1972 por Sifneos, un médico de Chicago, a menudo citado como médico grecoamericano, para designar la dificultad que tenían muchos enfermos psicosomáticos para expresar verbalmente sus emociones o sus sentimientos. Aunque la afección no es muy conocida, se estima que 1 de cada 10 personas la tiene. Con frecuencia se le considera un diagnóstico secundario cuando se presentan otras afecciones y discapacidades de salud mental, incluyendo depresión y el autismo. Convivir con una persona que tiene alexitimia puede ser desesperante porque consideramos que es poco empática, pero dichas personas no necesariamente tienen apatía. En lugar de eso, es posible que no tengan emociones tan fuertes como los demás, y pueden tener dificultades para sentirlas. Causas de la alexitimiaExisten posibles causas de la alexitimia pues no se comprende en su totalidad, una de ellas pueda ser genética. La afección también puede ser resultado de un daño cerebral a la ínsula. Esta es una parte del cerebro que se conoce por su función en las habilidades sociales, la empatía y las emociones, algunos estudios relacionan las lesiones a la ínsula con la apatía y la ansiedad. Algunas investigaciones indican que hasta la mitad de las personas con autismo también experimentan alexitimia, por lo que cabe señalar que la alexitimia es la que causa la falta de empatía y no el autismo en sí. Así mismo se ha observado su existencia en los trastornos depresivos y postparto importantes, al igual que en la esquizofrenia. Las investigaciones indican que entre 32 y 51 por ciento de las personas con trastornos depresivos también padecen alexitimia. Adicionalmente, esta afección ha sido observada en personas que han experimentado traumas, especialmente durante su infancia. El haber sido niños rechazados y abusados pueden causar cambios en el cerebro que pueden dificultar sentir e identificar emociones posteriormente en la vida. Otras causas posibles para que se tenga alexitimia Las investigaciones también indican que esta afección puede estar presente en ciertas enfermedades y lesiones neurológicas como:
Síntomas de la alexitimiaLa incapacidad para identificar y demostrar sentimientos y emociones puede ser difícil de reconocer ya que una persona afectada podría considerarse simplemente como apática. Sin embargo, una persona con alexitimia podría experimentar personalmente los siguientes síntomas sociales:
Esta afección también puede hacer difícil que una persona interprete los cambios corporales como respuestas emocionales. Por ejemplo, podrías tener problemas para relacionar un corazón acelerado con entusiasmo o temor, pero si podrías reconocer que estás experimentando una respuesta fisiológica en ese momento. ¿Cómo se diagnostica la alexitimia?La alexitimia la diagnostica un profesional de salud mental. No está reconocida oficialmente por la quinta edición del Manual de Diagnóstico y Estadística de
Trastornos Mentales (DSM-5).
En todo enfermo sospechoso de alexitimia, el médico se basa en cuatro aspectos que son como los pilares clínicos: la falta de verbalización de las emociones; la
incapacidad para ofrecer reacciones emocionales, salvo la hostilidad o el enfado; el tipo de pensamiento lento, exterior y prolijo, y la ausencia de imaginación
asociada con la escasez de ensoñaciones diurnas o de sueños nocturnos. Además de realizar una serie de preguntas, es posible que el médico proporcione un cuestionario para llenar un informe personal. Otra posible prueba es una imagen por resonancia magnética (MRI, en inglés) realizada por un neurólogo. La cual proporcionará imágenes de la ínsula en el
cerebro. Como podemos darnos cuenta, no existe una sola prueba para la alexitimia, por lo que puede tomar tiempo para que recibas el diagnóstico correcto. Básicamente para recibir el tratamiento requiere la existencia de una motivación o una solicitud. La demanda de tratamiento puede partir del médico, de algún
familiar o de él mismo paciente para poner remedio a sus somatizaciones o a la patología asociada de tipo físico o mental. Pero si no existe la petición propia, la
terapia no podrá concretarse en nada, ante una persona que no se queja ni reclama nada. Hasta la fecha, no existe un solo tratamiento para la alexitimia. El enfoque del tratamiento exacto depende de las necesidades médicas de la persona que la
padece. Por ejemplo, si tienes depresión o ansiedad, tomar ciertos medicamentos para estas
afecciones también podría ayudar a los síntomas de salud emocional. Desde luego son esenciales las terapias. Estas te permiten participar en ejercicios para ayudarte a mejorar la salud emocional, las posibles opciones incluyen: En el plano de la socioterapia, la persona con alexitimia puede beneficiarse con los contactos personales y la asistencia constante a un club recreativo para
participar en sus actividades. Llevar un plan de vida regular, distribuir de forma equilibrada, entre el sueño, el trabajo, la relación con los familiares o los amigos y el ejercicio físico, todo esto
puede reportarle grandes beneficios, sobre todo si este plan de vida lo comparte con su pareja. La indicación de psicofármacos en las personas que padecen alexitimia se enfoca al logro de estos cuatro objetivos: primero, activar los sentimientos positivos;
segundo, reducir la hostilidad y los sentimientos negativos, siendos objetivos cubiertos por la administración de un producto inhibidor de la recaptación de la
serotonina y la noradrenalina; el tercer objetivo es inhibir la impulsividad o facilitar el autocontrol, y el cuarto, amortiguar las somatizaciones. Un posible paso para el reconocimiento emocional es empezar a tener conciencia de tus propias respuestas fisiológicas. Algunas investigaciones han sugerido la
importancia de empezar con tu ritmo cardíaco. Observa si tu ritmo cardíaco aumenta en determinadas situaciones y explora las posibilidades de por qué podría suceder. Un monitor para el ritmo cardíaco o un
reloj para acondicionamiento físico también podrían ayudar. Con práctica, podrías distinguir mejor, por ejemplo, entre la ira y el entusiasmo y el miedo. Un diario también podría ayudarte a documentar tus respuestas físicas y patrones emocionales. También es importante tener presente que las emociones negativas son tan importantes como las positivas. Conocer cómo identificar estas emociones y trabajar
con ellas (no contra ellas) puede ayudarte a llevar una vida más satisfactoria. Fuentes: |