Tecnoestrés. Definición y antecedentes

Tecnoestrés es un término calificado por las instituciones de salud como una enfermedad del siglo XXI, la cual es ocasionada por el deseo obsesivo de adquirir los modelos más recientes de teléfonos celulares, computadoras, videojuegos y equipo electrónico (gadgets), así como el uso excesivo de la tecnología.

Se le define también como una incapacidad de enfrentarse a las tecnologías de la información y sus cambios acelerados "de un modo psicológicamente saludable". Este cambio es tan intenso y rápido que "genera estrés" incluso en los que ya se han adaptado.

De esta padecimiento ya se hablaba muchos años atrás, antes de que la tecnología llegara a ocupar una parte importante en la vida de las personas.

En 1997 fue publicado un libro por Larry Rosen y Michelle Weil cuyo título es Technostress; en éste se pone de manifiesto la adicción psicológica que puede producir el uso continuo de la tecnología.

Por otro lado se menciona al psicoterapeuta estadounidense Craig Brod, como el creador de este término allá por el año de 1984.

Craig realizó una serie de estudios con el fin de determinar la enfermedad causada por la incapacidad de enfrentarse a la tecnología y la cual causaba trastornos físicos y mentales en varios sectores de la sociedad.

El desequilibrado gusto por la tecnología se trasforma en obsesión; esto es muy claro cuando se lanzan productos tecnológicos y las personas esperan y acampan fuera de las tiendas con la intención de tener, primero que nadie, los gadgets más recientes.

Estos productos adquiridos principalmente por los jóvenes ni siquiera son usados en su totalidad, sólo los compran para estar a la moda pero si no tienen los más recientes les genera estrés.

Los adultos que tienen cargos gerenciales también se ven afectados, pues el uso excesivo de la tecnología los lleva a la fatiga como el Síndrome de Burnout o agotamiento tecnológico. El tener tanta información a su cargo les genera una saturación lo que provoca desgaste físico y mental.

Por su parte los adultos mayores no están exentos de sufrir ante esta invasión tecnológica pero no por el uso excesivo sino por no saber como hacerle frente, más en estos tiempos en que muchos turnos, trámites y otras gestiones se realizan únicamente por Internet.

Aunque no lo demuestren abiertamente esta situación les provoca enojo, impotencia, angustia, fobia y el rechazo.