Se refiere al crecimiento de un tejido u órgano debido a una multiplicación descontrolada y desordenada de células. Aunque existen muchos tipos de cáncer, todos comienzan debido al crecimiento sin control de las células anormales. Las células normales del cuerpo crecen, se dividen y mueren en una forma ordenada. Durante los primeros años de vida de una persona, las células normales se dividen con más rápidez hasta que la persona alcanza la edad adulta. Posteriormente, las células normales de la mayoría de los tejidos sólo se dividen para reemplazar las células desgastadas o moribundas y para reparar las lesiones. Las celulas cancerosas en cambio continúan creciendo y dividiéndose en lugar de morir, viven más tiempo que las células normales y continúan formando nuevas células anormales. Estas células cancerosas surgen como consecuencia de daños en el ADN (DNA, en inglés). Sustancia que se encuentra en todas las células y dirige sus funciones. La mayoría de las veces en las que el ADN se daña, la célula muere o ésta puede repararar el ADN, pero en las células cancerosas el ADN no se repara. El ADN dañado se puede heredar, por lo que hay tipos de cáncer hereditarios, sin embargo, en muchas ocasiones el ADN de las personas se daña como consecuencia de alguna exposición ambiental como el fumar, beber, exposición a los rayos ultravioleta, etc. Las células del cáncer se desarrollan a partir de células normales en un complejo proceso denominado transformación. Este proceso comienza con la iniciación, en el cual un cambio en el material genético de la célula la prepara para transformarse en cancerosa. Dicho cambio es causado por un agente llamado carcinógeno (puede ser un producto químico, un virus, la radiación o la luz solar). Una alteración genética en la célula u otro agente conocido como promotor, incluso una irritación física crónica, pueden aumentar la posibilidad de las células para convertirse en cancerosas. El paso siguiente es la promoción; en este paso una célula que ha iniciado su cambio se transforma en cancerosa. El cáncer puede aparecer en forma de tumor (palabra que deriva del latín que significa masa extraña o bulto), o no forman tumores como en el caso de la leucemia, donde las células cancerosas afectan la sangre y los órganos que producen la sangre (la médula ósea, el sistema linfático y el bazo) y circulan a través de otros tejidos en los que se pueden acumular. Las células cancerosas viajan a otras partes del cuerpo donde comienzan a crecer y a reemplazar el tejido normal. Este proceso, llamado metástasis, ocurre a medida que las células cancerosas entran al torrente sanguíneo o a los vasos linfáticos del cuerpo. Es importante aclarar que no todos los tumores son cancerosos. Los tumores benignos (no cancerosos) no se propagan y, con muy raras excepciones, no constituyen una amenaza para la vida. Las células de este tumor crecen lentamente y se diferencian (semejantes a las del tejido normal). Por lo general se pueden extraer totalmente a través de la cirugía, y en la mayoría de los casos no vuelven a crecer. Autor:Ere Luna. T.C. |
Ejercicio para prevenir y evitar recurrencia de cáncer de mama | Tipos de cáncer