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 Los departamentos sanitarios de varios países del mundo están atentos a los raros casos de hepatitis que se han presentado en los niños. Hasta el momento no se sabe con certeza la causa de esta enfermedad que generalmente padecen los adultos. Los primeros casos se detectaron en el Reno Unido, llegando hasta América Latina y concretamente a México, por ello los padres y cuidadores debes estar informados y muy atentos. La hepatitis es una inflamación del hígado y hay de tres tipos: A, B y C. Según los médicos que están al tanto del problema son infecciones del hígado causadas por los contagiosos virus de la hepatitis A (VHA), la cual es el tipo más común en los niños. Así también el consumo excesivo de alcohol, ciertos medicamentos y toxinas específicas pueden provocar hepatitis, al igual que algunas enfermedades, como la llamada hepatitis autoinmune, en la que el propio sistema inmunitario del cuerpo ataca al hígado. Como ya hemos dicho anteriormente, la hepatitis no es común en los niños, especialmente la hepatitis que no está relacionada con uno de los virus de la hepatitis. Por eso se han señalado estos casos como de origen inexplicable hasta ahora. No hay muchos, pero son lo suficientemente significativos como para justificar una investigación más profunda. ¿Cómo se puede infectar un niño de hepatitis?
Un niño puede contraer hepatitis A al:
Síntomas
La mayoría de los niños de 6 años y menores no presentan ningún síntoma. Esto significa que tu hijo podría tener la enfermedad y tú no lo sabrías. Esto puede facilitar la propagación de la enfermedad entre los niños pequeños. Cuando se presentan síntomas, estos aparecen aproximadamente 2 a 6 semanas después de la infección. El niño puede tener síntomas como si tuviera gripa o los síntomas pueden ser ligeros. Cabe destacar que una hepatitis grave o fulminante (insuficiencia hepática) es poco común en niños saludables, de cualquier forma, los padres de familia deben estar muy atentos a los síntomas, algunos de ellos son: náuseas, vómitos, dolor abdominal, fiebre, fatiga, pérdida de apetito y dolor en las articulaciones. Los signos posteriores incluyen orina oscura y heces de color claro, así como ictericia, es decir, cuando la piel y el blanco de los ojos se vuelven color amarillo. Si tu hijo presenta sobre todo los últimos síntomas mencionados, debes buscar atención médica inmediata de igual forma si comienza con síntomas virales generales y luego pasa a tener estos signos. Otros signos que también indican que tienes que acudir al médico de inmediato son: boca seca debido a la falta de líquidos, no tiene lágrimas al llorar, hinchazón en los brazos, las manos, los pies, el estómago o la cara y sangre en las heces. Pruebas y exámenes que se hacen para detectar la hepatitis infantil
El doctor llevará a cabo un examen físico del niño, esto se realiza para buscar dolor e hinchazón del hígado. También realizará un análisis de sangre para
buscar:
Tratamiento de la hepatitis infantil
No hay un tratamiento farmacológico para la hepatitis A. El sistema inmunitario del niño deberá combatir el virus, sin embargo, controlar los síntomas puede ayudar a que el niño se sienta mucho mejor mientras se recupera, para ello se indica:
El pronóstico de recuperación es muy positivo, ya que el virus de la hepatitis no permanece en el cuerpo del niño luego de que la infección desaparece. En consecuencia, no causa una infección a largo plazo en el hígado. Sólo en pocas ocasiones, un caso puede causar insuficiencia hepática grave o cirrosis hepática que llega a desarrollarse rápidamente. ¿Cómo se puede prevenir la hepatitis A infantil?
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