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Hipertensión pulmonar

¿De qué se trata esta afección?

¿qué es la hipertensión pulmonar?

Esta es una afección muy seria en la que se da un aumento de la presión en las arterias de los pulmones, esto hace que los vasos sanguinos que transportan la sangre del corazón a los pulmones se estrechan y endurezcan. El esfuerzo que tiene que hacer el corazón para bombear la sangre es mayor, esto con el tiempo provoca que el corazón se debilite y no pueda cumplir su función, llevando a la persona a desarrollar insuficiencia cardiaca.

La hipertensión pulmonar ocurre en individuos de cualquier edad, raza, y origen étnico, aunque es mucho más común en los adultos jóvenes y aproximadamente el doble de común en las mujeres que en los hombres.

¿Cuáles son sus causas?

la esclerodermia puede ser una de las causas

Puede estar causada por enfermedades autoinmunitariasque dañan los pulmones, como la esclerodermia, la artritis reumatoidea o lupus.

Otras causas de acuerdo a diferentes grupos pueden ser:

Grupo 1.- Hipertensión arterial pulmonar

  • Causa desconocida (hipertensión arterial pulmonar idiopática).
  • Cambios en un gen que se trasmite de padres a hijos (hipertensión arterial pulmonar hereditaria).
  • Uso de algunos medicamentos dietéticos con receta médica o drogas ilegales como las metanfetaminas.
  • Problemas cardíacos presentes al nacer (enfermedad cardíaca congénita)
  • Otras afecciones como infección por VIH, cirrosis.

Grupo 2: Hipertensión pulmonar causada por enfermedad cardíaca del lado izquierdo

  • Enfermedad de la válvula mitral o aórtica.
  • Insuficiencia de la cavidad cardíaca izquierda inferior (ventrículo izquierdo) del corazón.

Grupo 3: Hipertensión pulmonar causada por alguna enfermedad pulmonar

  • Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
  • Fibrosis pulmonar.
  • Apnea obstructiva del sueño.
  • Exposición a largo plazo a grandes altitudes en personas que pueden tener un riesgo mayor de hipertensión pulmonar.

Grupo 4: Hipertensión pulmonar causada por coágulos sanguíneos crónicos

  • Coágulos sanguíneos crónicos en los pulmones (embolia).
  • Otros trastornos de la coagulación.

Grupo 5: Hipertensión pulmonar desencadenada por otras enfermedades

  • Trastornos de la sangre, como la policitemia vera y la trombocitemia esencial
  • Trastornos inflamatorios, como la sarcoidosis y la vasculitis.
  • Trastornos metabólicos, como la enfermedad de almacenamiento de glucógeno.
  • Alguna enfermedad renal.
  • Tumores que presionan las arterias pulmonares.

¿Cuáles son los factores que pueden influir para desarrollar y agravar esta enfermedad?

  • Sobrepeso.
  • Exposición al asbesto.
  • Uso de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), utilizados para tratar la depresión y la ansiedad.

¿Cuáles son sus síntomas?

dificultad para respirar

Entre los síntomas de la hipertensión pulmonar podemos encontrar los siguientes:

  • Dificultad para respirar al hacer actividades cotidianas como el subir escaleras.
  • Cansancio extremo.
  • Presión o dolor en el pecho.
  • Ritmo cardiaco acelerado.
  • Dolor en la parte superior derecha del abdomen.
  • Falta de apetito.
  • Si la hipertensión pulmonar empeora, es muy difícil realizar actividad física.

¿Quién puede tratarla?

neumólogo

Los médicos especialistas que pueden tratar este padecimiento son el neumólogo para los pulmones y el cardiólogo para el corazón.

¿Cómo se diagnóstica?

rayos x del pulmón

Se realiza un examen físico completo, una historia clínica completa más una buena descripción de tus síntomas para poder descartar otras enfermedades y así poder hacer el diagnóstico correcto.

Durante el examen físico, tu medico:

  • Escuchará para ver si oye sonidos anormales en el corazón.
  • Examinara la vena yugular en el cuello para ver si hay signos de congestión (ensanchamiento).
  • Examinara tu abdomen, piernas, y tobillos para ver si retienes líquidos.
  • Examinara tu piel y uñas para ver su tienen un tono azulado.
  • Buscará señales de otras enfermedades que puedan estar causando la hipertensión pulmonar.

Otras pruebas que pueden hacerte son:

  • Pruebas de sangre.
  • Ecocardiograma por Doppler.
  • Rayos-X del pecho.
  • La prueba de caminar durante 6 minutos: Determina el nivel de tolerancia al ejercicio y el nivel de saturación de oxígeno en la sangre durante el ejercicio.
  • Prueba de la función pulmonar: busca si hay enfermedad crónica obstructiva pulmonar y fibrosis idiomática pulmonar entre otras.
  • Polisonograma u oximetría durante la noche.
  • Cateterismo de la parte derecha del corazón: mide varias presiones del corazón, el ritmo al que el corazón es capaz de bombear sangre, y encuentra cualquier escape o agujero entre los lados derecho e izquierdo del corazón.
  • Escáner ventilación perfusión: busca evidencia de coágulos de sangre en el camino hacia los pulmones.
  • Angiograma pulmonar: busca coágulos de sangre bloqueando en las arterias pulmonares.
  • Tomografía Axial Computarizada del pecho: busca otras enfermedades del pulmón que puedan contribuir a o empeorar la hipertensión pulmonar.

¿Cuál es el tratamiento?

medicina para tratar la 
 hipertensión pulmonar

No existe cura para la hipertensión pulmonar, por lo que la función del tratamiento es controlar los síntomas y tratar la enfermedad cardiaca o pulmonar con medicamentos, oxígeno y en casos severos se requerirá un trasplante de pulmón.

Si la enfermedad avanza, la persona tendrá que realizar algunas acciones para cuidar de sí mismo. También deberá hacer cambios en el hogar y conseguir más ayuda para las tareas de la casa.

Por otro lado, es importante preguntarle al médico especialista qué ejercicio y cuánto puede realizarse, generalmente se recomienda:

  • Caminatas cortas para incrementar la fuerza.
  • Lentamente, aumenta la distancia que caminas.
  • Trata de no hablar mientras caminas para no quedarte sin respiración.
  • Detente si tienes dolor torácico o te sientes mareado/a.
  • Puedes probar también unos minutos en la bicicleta estática, pregúntale a tu médico cuánto tiempo.
  • Fortalécete incluso si estás sentado/a, como usar unas pequeñas pesas o tensores de caucho para fortalecer los brazos y hombros.
  • Ponte de pie y siéntate varias veces.
  • Estírate y sostén por un momento las piernas delante de ti y luego bájalas de nuevo.
  • Pregunta a tu médico qué ejercicios de respiración puedes hacer.

Más consejos para mantenerte estable

varias comidas saludables al día

  • Trata de consumir 5 a 6 comidas pequeñas al día. Podría ser más fácil respirar cuando tu estómago no está lleno.
  • No bebas mucho líquido antes de comer ni durante las comidas.
  • Oriéntate acerca de aquellos alimentos que debes consumir para obtener más energía.
  • No fumes y mantente lejos de los fumadores cuando estés fuera. No permitas que se fume en tu casa.

Cuidados que debes seguir en tu casa

Si ya te cuesta mucho trabajo respirar, estos consejos pueden ayudarte:

  • Ten a la mano los utensilios de cocina que usas más, de tal manera que no hagas mucho esfuerzo para alcanzarlos.
  • Utiliza utensilios de cocina que no sean pesados.
  • Usa un carrito o silla con ruedas para mover los objetos dentro de la casa.
  • Use un abrelatas eléctrico y otros dispositivos que le facilitarán tus quehaceres domésticos.
  • Usa movimientos lentos y constantes cuando estés haciendo las cosas.
  • Si puedes, siéntate cuando estés cocinando, comiendo, vistiéndote y bañándote.
  • Pide ayuda para las tareas más pesadas.
  • No intentes hacer demasiadas actividades en un día.
  • Envuélvete en una toalla en lugar de secarte.
  • Trata de reducir el estrés en tu vida.

Cuidados médicos a seguir

asiste a tus citas médicas

  • Toma todos los medicamentos que el médico te recete.
  • Asiste a tus consultas de control con el médico general o el especialista.
  • Consulta con tu médico si te sientes deprimido/a o ansioso/a.
  • Coméntele al médico si te estás mareando o tienes mucha hinchazón en las piernas.
  • Si recibiste oxigenoterapia, posiblemente necesites utilizar oxígeno en casa. No cambies la cantidad de oxígeno que esté fluyendo sin preguntarle al médico.
  • Ten siempre un suministro de reserva de oxígeno en la casa o contigo cuando salgas.
  • Aprende cómo usar el oxígeno de manera segura en la casa.
  • Mantén a la mano el número de teléfono de tu médico y del proveedor de oxígeno .
  • Checa constantemente tu oxígeno con un oxímetro y si con frecuencia está por debajo de 90%, llama a tu médico.

Es muy importante ponerse en contacto de inmediato con el médico si:

  • Tienes pulso rápido.
  • Si te es difícil respirar.
  • La respiración está más acelerada que antes.
  • No puedes respirar profundamente.
  • Necesitas inclinarte hacia adelante al sentarte para respirar más fácilmente
  • Te sientes somnoliento/a o confundido/a.
  • Tienes fiebre.
  • Labios y las yemas de los dedos o la piel alrededor de tus uñas están azules.
  • Mareos, desmayos (síncope) o tienes dolor en el pecho.
  • Aumenta la hinchazón en los tobillos, tus piernas y el abdomen.
  • Tos con sangre.

Fuentes:

Med line plus.

Mayo clinic.org

Cleveland Clinic.org

Gaceta médica.


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