Nuestro hígado es el órgano más grande dentro del cuerpo. Su función es ayudar a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar las toxinas, sin embargo hay algunas condiciones en que este se puede dañar provocando la enfermedad por hígado graso, la cual es el tipo más común de enfermedad hepática en el mundo. Se trata de una afección en la que se acumula grasa en el hígado ya sea por el consumo excesivo y prolongado de alcohol o la enfermedad de hígado graso no alcohólico. ¿Qué es la enfermedad del hígado graso no alcohólico?Como su nombre lo dice, es una enfermedad que no está relacionada con el consumo de alcohol, de este tipo se derivan:
Síntomas de la esteatosis hepática no alcohólicaLo preocupante de esta enfermedad es que, en sus primeras etapas muchas personas pueden padecerla sin siquiera saberlo, lo que dificulta su diagnóstico precoz y oportuno. Sin embargo, existen algunos síntomas que pueden alertar sobre la presencia de hígado graso no alcohólico para prevenir complicaciones graves y mejorar la calidad de vida. Cansancio inexplicable: uno de los síntomas más comunes del hígado graso es la fatiga constante, incluso después de haber descansado lo suficiente. Esta sensación de agotamiento puede dificultar la realización de las actividades cotidianas y afectar significativamente el bienestar general. Molestias abdominales: es posible experimentar dolor o molestias en la parte superior derecha del abdomen, justo debajo de las costillas. Este dolor puede ser agudo o sordo, y empeorar después de consumir comidas grasosas o abundantes. Pérdida de apetito y peso: la enfermedad del hígado graso puede provocar una disminución del apetito y una pérdida de peso sin realizar cambios en la dieta o el ejercicio. Esto se debe a que el hígado graso puede interferir con la capacidad del cuerpo para absorber los nutrientes de los alimentos. Náuseas y vómitos: en algunos casos, el hígado graso puede causar náuseas y vómitos, que pueden ser leves o severos. Estos síntomas suelen presentarse junto con otros como dolor abdominal o pérdida de apetito. Otros posibles indicadores son: algunos personas pueden experimentar ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), picazón en la piel, hinchazón abdominal y confusión mental. Factores de riesgo para desarrollar esteatosis hepática no alcohólicaNo se conoce con exactitud la causa de esta enfermedad, sin embargo los investigadores sí saben que es más común en personas que:
Diagnóstico de la esteatosis hepática no alcohólicaDebido a que a menudo no hay síntomas, el médico puede sospechar que la tienes si obtiene resultados anormales en pruebas del hígado que se hayan hecho por otras razones. Para hacer un diagnóstico, se requiere:
Tratamiento para la esteatosis hepática no alcohólicaPara el hígado graso no alcohólico, los médicos endocrinólogos recomiendan:
Tanto la enfermedad del hígado graso no alcohólico como la causada por el exceso de alcohol pueden conducir a una cirrosis. En estos casos, los médicos pueden tratar los problemas de salud causados por la cirrosis con medicamentos, operaciones y otros procedimientos médicos. Si la cirrosis conduce a insuficiencia hepática, es posible que necesite un trasplante de hígado. Prevención de la esteatosis hepática no alcohólicaPrestar atención a los síntomas tempranos y adoptar un estilo de vida saludable son claves para prevenir y controlar esta enfermedad, y proteger la salud del hígado para una vida más larga y plena. ¿Qué es la enfermedad del hígado graso por alcohol?Como su nombre lo indica, la enfermedad se debe al consumo excesivo y durante un largo período de tiempo de alcohol, en este caso el hígado descompone la mayor parte que se toma para que sea eliminado del cuerpo, pero el proceso de descomposición puede generar sustancias dañinas. Estas sustancias pueden dañar las células del hígado, provocar inflamación y debilitar las defensas naturales del cuerpo. Cuanto más alcohol se bebe, más daña el hígado siendo la etapa más temprana de la enfermedad llamada también hepatopatía alcohólica, luego se presenta la hepatitis alcohólica y finalmente la cirrosis. El riesgo es mayor para bebedores con obesidad, mujeres o quienes tienen ciertas mutaciones genéticas. La parte más importante del tratamiento de la enfermedad del hígado graso por alcohol es:
Cambios en el estilo de vida que pueden ayudar con la enfermedad del hígado graso no alcohólico
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