Diagnóstico y tratamiento de un desgarre

Para hacer un diagnóstico correcto el médico querrá saber que actividad desencadenó el dolor en la pierna y si hubo un sonido crujiente en el músculo al momento de la lesión.

Asi mismo preguntará sobre sus síntomas, especialmente toda disminución en la fuerza del músculo o dificultad para caminar.

Finalmente realizará un examen físico.

Si se determina una lesión grado I, se continuarán con los cuidados primordiales (reposo, hielo, vendaje, elevación), además de tomar un comprimido antiinflamatorio no esteroide (AINE) como el ibuprofeno, con el fin de aliviar el dolor y calmar la inflamación.

Para retomar la actividad física normal, el médico debe antes evaluar la respuesta muscular luego de abandonar la medicación para evitar que ésta oculte los síntomas.

Si los resultados del examen apuntan a un desgarre muscular de grado II, es necesario hacerse otros exámenes como son radiografías o una imagen por resonancia magnética.

Para lograr que el músculo lesionado se cure, es necesario usar un yeso durante algunas semanas.

Particularmente en las lesiones del músculo de la pantorrilla, podrían hacerse estudios Doppler para detectar un coágulo de sangre.

A medida que el dolor ceda, su médico podría recomendarle un programa de rehabilitación para restablecer el rango normal de movimiento de la pierna y reforzar gradualmente el músculo lesionado. Un ejemplo es comenzar con un estiramiento ligero, hasta donde el dolor lo permita. Se debe sostener cada estiramiento durante 10 segundos, repetir hasta 6 veces X 4 veces al día.

Finalmente cuando se regrese a la actividad física, es recomendable aplicar calor antes de hacer el calentamiento.

Cuando se trata de un desgarre grado III solamente se puede atender mediante cirugía y en ocasiones los resultados no son muy alentadores puesto que es más complicado restaurar el músculo severamente dañado y más aún que vuelva a realizar su función.

Recuperación

Si se trata de un desgarre grado I, la recuperación del músculo será entre 8 a diez días.

Para el grado 2 o moderado, se estima de dos a tres semanas.

Grado 3 o grave: Tres semanas a un mes, tiempo hasta que el desgarro muscular se repare quirúrgicamente.